El Barco fantasma - 6to A y B
Ciro Alegría
(Huamachuco, Perú, 1909 - Lima, 1967)
El barco
fantasma
Panki y el guerrero
(Lima: Industrial Gráfica [Colección Infantil “Ciro Alegría”], 1968, 95 págs.)
Por los lentos ríos amazónicos
navega un barco fantasma, en misteriosos tratos con la sombra, pues siempre se
lo ha encontrado de noche. Está extrañamente iluminado por luces rojas, tal si
en su interior hubiese un incendio. Está extrañamente equipado de mesas que son
en realidad enormes tortugas, de hamacas que son grandes anacondas, de bateles
que son caimanes gigantescos. Sus tripulantes son bufeos vueltos hombres. A tales
peces obesos, llamados también delfines, nadie los pesca y menos los come. En
Europa, el delfín es plato de reyes. En la selva amazónica, se los puede ver
nadar en fila, por decenas, en ríos y lagunas, apareciendo y desapareciendo uno
tras otro, tan rítmica como plácidamente, junto a las canoas de los pescadores.
Ninguno osaría arponear a un bufeo, porque es pez mágico. De noche vuélvese
hombre y en la ciudad de Iquitos ha concurrido alguna vez a los bailes,
requebrando y enamorando a las hermosas. Dióse el caso de que una muchacha,
entretenida hasta la madrugada por su galán, vio con pavor que se convertía en
bufeo. Pudo ocurrir también que el pez mismo fuera atraído por la hermosa hasta
el punto en que se olvidó su condición. Corrientemente, esos visitantes suelen
irse de las reuniones antes de que raye el alba. Sábese de su peculiaridad
porque muchos los han seguido y vieron que, en vez de llegar a casa alguna,
fuéronse al río y entraron a las aguas, recobrando su forma de peces.
El barco fantasma está, pues, tripulado
por bufeos. Un indio del alto Ucayali vio a la misteriosa nave no hace mucho,
según cuentan en Pucallpa y sus contornos. Sucedió que tal indígena,
perteneciente a la tribu de los shipibos, estaba cruzando el río en una canoa
cargada de plátanos, ya oscurecido. A medio río distinguió un pequeño barco que
le pareció ser de los que acostumbradamente navegan por esas aguas. Llamáronlo
desde el barco a voces, ofreciéndole compra de los plátanos y como le daban
buen precio, vendió todo el cargamento. El barco era chato, el shipibo limitóse
a alcanzar los racimos y ni sospechó qué clase de nave era. Pero no bien había
alejado a su canoa unas brazas, oyó que del interior del barco salía un gran
rumor y luego vio con espanto que la armazón entera se inclinaba hacia delante
y hundía, iluminando desde dentro las aguas, de modo que dejó una estela rojiza
unos instantes, hasta que todo se confundió con la sombría profundidad. De ser
barco igual que todos, los tripulantes se habrían arrojado al agua, tratando de
salvarse del hundimiento. Ninguno lo hizo. Era el barco fantasma.
El indio shipibo, bogando a todo remo,
llegó a la orilla del río y allí se fue derecho a su choza, metiéndose bajo su
toldo. Por los plátanos le habían dado billetes y moneda dura. Al siguiente
día, vio el producto del encantamiento. Los billetes eran pedazos de piel de
anaconda y las monedas, escamas de pescado. La llegada de la noche habría de
proporcionarle una sorpresa más. Los billetes y las monedas de plata, lo eran de
nuevo. Así es que el shipibo estuvo pasando en los bares y bodegas de Pucallpa,
durante varias noches, el dinero mágico procedente del barco fantasma.
Sale el barco desde las más hondas
profundidades, de un mundo subacuático en el cual hay ciudades, gentes, toda
una vida como la que se desenvuelve a flor de tierra. Salvo que esa es una
existencia encantada. En el silencio de la noche, aguzando el oído, puede
escucharse que algo resuena en el fondo de las aguas, como voces, como gritos,
como campanas…
Miss este es mi resumen del cuento de 'El Barco fantasma ': Cuenta la leyenda amazónica, que un "Barco Fantasma" emerge de las aguas lentamente, con un aspecto centelleante, con unas ventanas rojas y según dicen, se oye una fiesta en su interior, haciendo que por las ventanas salga una curiosa luz roja. Muchos dicen que las conversaciones escuchadas son lenguas extranjeras y que la vestimenta de sus pasajeros y tripulantes, son de aspecto medieval. Este barco se mantiene por las aguas surcando por un tiempo, para luego sumergirse del mismo modo como apareció, a mí en lo personal, me pareció una historia muy misteriosa, ya que da misterios, saber que puede existir un barco fantasma, al igual que me pareció una bonita historia. Ariana Barraza 6ºB :).
ResponderEliminarBuenas noches,
ResponderEliminarEs una historia muy interesante, que me interesó y me gustó más la parte donde lo engañaron y los billetes eran piel de anacondas y las monedas eran escamas de pescados, al comienzo no entendía la historia y para entender esa parte leí de nuevo y es muy hermosa😄.
Nicolle Collantes 6to B